Fotografías y textos por: Cynthia Benítez y Natalia Castrejón.
Que gasta de más o imprudentemente; que derrocha o despilfarra.
Fuente: Diccionario del Español de México.
Fotografía: Centro de Oaxaca, Oaxaca.
No llegaste
Tu clase empieza a las siete y aunque vas con tiempo se te está haciendo tarde para llegar temprano. Entre que el boiler no prendía, además de que se te olvidó el maldito sándwich y por si fuera poco, tuviste que regresar por él, ya son las seis, no las 5:45 que necesitas que sean.
Eres la 23 en una fila de personas desmañanadas que esperan subir a la micro. Los segundos pasan, te acaloras, no llega tu turno, las manos te sudan, tonta, tonta, tonta. Un “¡súbalesúbalesúbale!” disipa tus pensamientos y te envalentona: aceptas ir parada con tal de ahorrar tiempo.
Para no sofocarte subes por atrás del pesero, parte de tu cabeza y tus nalgas se desbordan. El viaje empieza y te aferras a uno de los tubos del camión mientras refunfuñas porque precisamente hoy el pasaje se volvió 50 centavos más caro; para ti que no eres dispendiosa el aumento es una burla: las micros están cada vez más viejas e incómodas y los transportistas rateros cada vez manejan peor. La cumbia sonidera y las luces neón no hacen más que aturdirte.
Tu cabello arreglado vuela al ritmo de los frenones del vehículo; te empiezas a marear pero son más tus ganas de llegar puntual.
Lo que tanto temes está sucediendo: se te está haciendo tarde. El tiempo avanza a paso de gigante. El sudor de tus manos te traiciona y comienzas a resbalarte del tubo. El chofer de la micro acelera, da un giro alocado, te agarras fuerte, te zumban los oídos. De la nada un estruendo, te duele la cabeza. Todo se vuelve negro.
No llegaste.
Tu cráneo partido en tres se lleva la portada del periódico amarillista vespertino: tu cabeza quedó embarrada en la pared de una calle.