Fotografías y textos por: Cynthia Benítez y Natalia Castrejón.
Gesto semejante a una sonrisa forzada, que produce el dolor o cualquier sentimiento desagradable cuando se está frente a una persona.
Fuente: Diccionario del Español de México.
Fotografía: Centro de Oaxaca, Oaxaca.
Ahuianime
Tu destino era echar las tortillas y dejarte hacer por el que te cogiera. Los hombres de tu época querían mujeres fértiles para los hijos e inertes para el poder.
Resultaste semilla rebelde y antes de que te entregaran a cualquiera escogiste la libertad del placer. Te llamaron “Ahuianime”, alegradora de guerreros, acompañante que saciaba deseos.
A las bestias no les eras suficiente, ni tú ni ninguna de tus compañeras, entonces cientos de mujeres de pueblos conquistados fueron poseídas. Viste incontables agonías.
Combatiste a los siempre-hambrientos con susurros al oído, les hablaste de los celos y de todo lo demás que los hacía débiles e inseguros. Muchos no soportaron las cuchilladas de verdad y prefirieron arrojarse a los canales.
También vengaste a tus hermanas con la ayuda de hierbas, inciensos, rezos y tu lengua; nada te importó que el precio fuera marchitarte. De a poco, a varios machos les secaste el demonio que llevaban entre las piernas.
Tu vida terrenal acabó en un rictus de goce espasmódico, cuyas ondas alcanzaron a las muertas y a las vivas. Desde entonces y hasta ahora vagas en forma de rumor por las madrugadas y haces, a tu forma, una revolución.