Fotografías y textos por: Cynthia Benítez y Natalia Castrejón.
Veneno, ponzoña. Angustia o pena grande.
Fuente: Diccionario de la Lengua Española.
Fotografía: Catedral San Luis, Argentina.
Tósigo
Después de perder al segundo bebé por obra del espíritu Santo, Carmela, de 16 años, fue abandonada por su esposo. Antes de que se largara, el canalla le espetó:
“¡NO ERES LO SUFICIENTEMENTE MUJER PARA
SER DIGNA DE SER MADRE!”
Esa tarde murieron su hijo y su anhelo de siempre: formar un hogar, una casa en la que reinara la fe católica. Pero tanto la odiaba Dios, que le dio un vientre mortal repleto de tósigo.
Carme soñó varias veces que amamantaba bebés y les arrullaba con devoción; los llantos de las criaturas tenían tanta vida que la regresaban súbitamente a su agonía. Aunque eran las menos, Carme también tenía pesadillas: se veía a sí misma adoptando niños.
¿Qué niños? ¡Bastardos!
Esos seres ni a humanos llegaban.
Luego de semanas de reproches y culpas, la resignación llegó y con ella, la absolución del Señor.
Carmela rezaba todas las bocas porque a sus 50 años un milagro llegara, en esas estaba cuando dentro de la iglesia empezó a retumbar incansablemente el canto:
“¡Aborto legal, seguro y gratuito!”
Los gritos dieron a luz a una epifanía para Carme,su deber y razón de vida ahora estaba clara: rezar por lo que no tuvo.
Si ella había padecido tanto por no poder concebir, le rezaría con ahínco a la Santísima Trinidad para que las gritonas sufrieran por sí poder engendrar. Era lo mínimo que podía obtener como premio de consolación.