Fotografías y textos por: Cynthia Benítez y Natalia Castrejón.
Hijo menor; benjamín.
Fuente: Diccionario del Español de México.
Fotografía: Museo Tamayo, CDMX.
Obra: “Roi Soleil”, de Albert Serra.
El contagio
Mis papás no son violentos, sé que es la tabla; está maldita. Esa tablita que mide lo que mi brazo derecho es la culpable de que Uli, el xocoyote de la familia, y yo lloremos cada que cometemos un error.
Pareciera que mis padres entran en un trance cada vez que la sostienen. De sus ojos sale una luz amarillenta y densa, como el caldo de pollo refrigerado. Sus dientes parecen escapar de su boca, de la mueca de enojo que se les figura en el rostro; temo que nos lancen una mordida. Y después, después, el trozo de madera retumba con los huesos de nuestra estructura ósea.
La hemos tratado de ocultar, pero parece que les dice a mis padres dónde la enterramos. Y la reprenda es mucho peor. Recuerdo que una de esas veces, Uli quedó con agujerito en la cabeza, como si de una alcancía se tratara.
Por eso, hemos decidido que la única opción será quemarla, así nuestros papás ya no serán malos. Y entonces comienza el plan: nos robamos algunos cerrillos de la cocina y secuestramos la malvada tabla. En el silencio nocturno, nos metemos en el clóset de nuestro cuarto e iniciamos la hoguera.
De un momento a otro pasamos de un chispazo a unas flamas, luego llegaron nuestros padres y apagaron el incendio con una cubeta de agua. Nuestra esperanza también se consumió, nos azotaron a mano pelada, mientras sus gritos feroces nos devoraban. Estamos seguros que el humo asfixiante, del dichoso artefacto maligno, les contagió la maldición.